Bolivia - Vacaciones diferentes/Sucre 2009

El trabajo comenzó temprano, es decir algunas semanas antes, Junto al Choco, Ale, Jhonny, Tete, Fernando, Rosita, Charo, Ana, Tere, Lilian, Juan Carlos e Isabel Gumucio , los chicos de Cocha, La Paz, Sucre y muchos más...
Las listas y participaciones variaban en continuación, las certezas eran pocas y los números no seguían ninguna lógica matemática. En medio de profundos dolores por la muerte de la mamá de Alejandro y Gerardo más la partida inesperada de la abu de Ale, nada permanecía en pié, todo caía y las dudas nos bombardeaban.
Cuatro días antes de iniciar nuestro programa no teníamos casa, apenas algunos confirmados y todo por hacer.
El secreto fue confiar, confiar en Dios, presente y manifestado en la activa y perseverante comunidad de Sucre. Son incuantificables e innumerables los gestos, hechos y proezas edificados en estos días. Se respiraba aire de inmensa generosidad, los esfuerzos no se medían y la providencia se manifestaba en mil formas. Quien hacía pan para todos, quien hacía de chofer, quién ponía sus colchones a disposición, quién hacía llegar dinero, quién ofrecía su casa, su trabajo, etc.
Es así, que en horas todo tomó color, las participaciones y adhesiones se multiplicaron, los huecos se cubrieron, el programa se rehacía y todo se edificaba según la lógica de Dios.
Todos asistimos emocionados a la belleza de ver y sentir la felicidad en la generosidad de cada uno de nosotros.
Nos queda esto, la experiencia de generar con nuestras manos la obra de Dios, la felicidad que nace del generoso sudor de nuestro cuerpo.
Como decía Chiara, “No olvidemos que este es nuestro origen, construyamos la obra sobre estos fundamentos”.
Eugenio